Prehistoria de Eldorado Misiones

UNA CIUDAD CON DOCE MIL AÑOS DE HISTORIA

David Pau – Coordinador del Museo de Prehistoria de Eldorado

Todo comenzó hace 12.000 años

El 29 de septiembre, nuestra ciudad cumple 101 años. Pero, en realidad, la historia de Eldorado es mucho más antigua. Los primeros inmigrantes llegaron desde Siberia hace aproximadamente 12.000 años antes del presente. En ese momento las condiciones climáticas eran más frías, ya que la Era del Hielo estaba llegando a su fin y el paisaje era muy diferente al actual. Los bosques de Araucarias cubrían gran parte del territorio y los grandes mamíferos, como el perezoso gigante o el tigre dientes de sable, deambulaban por la actual Avenida San Martin. Estos primeros grupos humanos fueron denominados “Paleoindios” (Indios Antiguos) por los arqueólogos. Tenían herramientas rudimentarias, elaboradas con guijarros que obtenían de los arroyos Piray Miní y Piray Guazú. Evidencias de sus asentamientos se encuentran muy cerca del Autódromo Enrique Seeber, en el Camping Faubel y en el Balneario Municipal.



La segunda oleada migratoria

Cuando la Era del Hielo llegó a su fin, las condiciones climáticas cambiaron. La temperatura se elevó y el paisaje se tornó más verde. Los grandes mamíferos, junto con los primeros pobladores paleoindios se extinguieron, dando paso a una nueva corriente inmigratoria. A partir de los 10.000 años antes del presente, un nuevo grupo de inmigrantes llegó a estas tierras, provistos de nuevas herramientas adaptadas a los cambios que se habían producido. Estos fueron denominados por los arqueólogos de nuestra región como “Mocoretá” o “Umbú” en el vecino Brasil. Su distribución fue bastante amplia y se han encontrado herramientas de esta cultura en las chacras de muchas familias pioneras de Eldorado. Entre ellos se destacan Ulf Monsted y Germán Wachnitz, cuya contribución ha sido significativa para los posteriores estudios sistemáticos de la arqueología misionera. Evidencias de sus asentamientos se encuentran en la desembocadura del Piray Miní, en los Cerros del Tupí y sobre el Arroyo Rotela.



Entre las Araucarias y la selva

Provenientes de la foresta tropical ubicada en el sur de Brasil, actual estado de Paraná, hace apenas unos 4.000 años antes del presente, llegaron los grupos pertenecientes a la familia lingüística “Je”, quienes fueron reconocidos tecnológicamente por los arqueólogos como “Eldoradense”. Si bien estos grupos habitaban en las zonas más altas y frías de la provincia, como San Pedro, Bernardo de Irigoyen y San Vicente, se han encontrado asentamientos en las zonas bajas, cercanas a los arroyos principales que desembocan en el río Paraná o río Uruguay. Hacia mediados del siglo pasado, Carlos Hacker descubrió los “centros ceremoniales” en el Barrio Oleaginosa, km 18 de nuestra ciudad. Estos monumentos funerarios de 1.500 años de antigüedad que fueron construidos con tierra eran muy importantes para los Jé, ya que en esos lugares no solo enterraban a sus caciques, sino que además realizaban celebraciones de forma periódica. Junto a los centros ceremoniales, Germán Wachnitz encontró dos “casas pozo” (viviendas subterráneas) a pocos metros de estas estructuras. Es probable que estas hayan servido para resguardar los límites de su territorio y las Araucarias con sus piñones, fuente de su principal sustento. Evidencias de la ocupación Jéen Eldorado se encuentran hacia el este, partir desde el Km 18 y en ambas márgenes de los Arroyos Piray Miní y Piray Guazú.

Finalmente, cerca de 1.800 años antes del presente llegaron a nuestra ciudad los grupos aborígenes más reconocidos de la Provincia de Misiones: los “Guaraníes” pertenecientes a la gran familia lingüística “Tupí-Guaraní”. Estos grupos llegaron a nuestra ciudad navegando con sus canoas por el río Paraná desde las amazonas brasileño. En nuestra provincia existieron dos parcialidades guaraníes, unos eran los “Cainguás” (guaraníes del Monte), que habitaban en la zona oeste y central de Misiones, y los otros eran los “Mbya”, que estaban asentados en el Alto Paraná. De estas dos parcialidades, los Caingúas fueron reducidos por los Jesuitas, junto con otras parcialidades de la región del Guayrá, ya que los Mbyá eran más combativos y escurridizos. Los guaraníes vivían en aldeas agrícolas Sobre los márgenes de los ríos Paraná y río Uruguay, como las halladas en los vecinos municipios de Puerto Piray, Colonia Victoria y Carlos Antonio López (Paraguay). También ocupaban cuevas ocasionalmente, como la del Arroyo Piray Guazú y la Cueva Grande del Paraná, excavada por Martin Giesso a mediados de la década de 1980, muy cercana a nuestra costanera.



La Presencia española y Jesuita en el Alto Paraná

Numerosos son los sitios arqueológicos que dan cuenta del contacto entre españoles y guaraníes sobre la costa del río Paraná a la altura de nuestro departamento, como en las vecinas localidades de Colonia Victoria y Puerto Piray, donde se encontraron cuentas venecianas (mostacillas) que los conquistadores entregaban a los nativos a cambio de favores. El interés de los Jesuitas por lo yerbales nativos del Alto Paraná para su explotación comercial dejo su huella a lo largo de las desembocaduras de los arroyos tributarios del río Paraná, como es el caso del Piray Guazú, entre otros. Aún permanecen erguidas o derrumbadas las antiguas chimeneas de itacurubí del conducto de calor de los barbacuá utilizados por los jesuitas para el sapecado de las hojas de yerba mate, que luego serían trasportadas en jangadas río abajo hacia Loreto, San Ignacio y Corpus.



Doce mil cientosun año de historia Eldoradense

Hasta aquí llegamos con una resumida mirada del pasado, en el que se destacan algunos aspectos esenciales de la economía, tecnología y modo de vida de los antiguos pobladores que habitaron nuestra ciudad. Luego llegaron los españoles quienes dejaron también su rastro en los sitios arqueológicos guaraníes del Departamento, sobre la costa del río Paraná. Por su parte, los Jesuitas llegaron a estas tierras en busca de los yerbales, dejando evidencias materiales de su presencia. Siglos más tarde, y en palabras de algunos vecinos, cuentan historias de ejércitos aliados provenientes del Brasil que fueron repelidos en la costa de Puerto Piray por los paraguayos durante la Guerra de la Triple Alianza, pero eso aún no ha sido arqueológicamente comprobado. Hacia finales del siglo XIX, el Estado procedió a inventariar los denominados “territorios nuevos” incorporados a la soberanía nacional y dando lugar, décadas más tarde, a la creación de colonias privadas. A principios del siglo XX llegó Adolfo Julio Schwelm para fundar la colonia de Eldorado.

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